Autor: Gutiérrez Pérez Sérgio Isaac.
Me encontraba entre un sueño profundo, un sueño el cual me recordaba lo feliz que era con ella, una chica excepcional la cual yo había amado demasiado...
De repente un ruido obstruyó mi sueño, era la alarma de mi celular, rápidamente la apague y decidí quedarme 5 minutos más recostado en mi cama, después decidí que ya era buena hora para despertarme apesar de ser las 4:30 de la madrugada en día sábado.
Aquel día después de haber despertado me había dirigido hacia el patio trasero a encender el calentador del agua, tome mi ropa y fui a ducharme, mientras me duchaba lo único en lo que pensaba era aquel sueño en el que solo me acordaba de ella, fue un sentimiento agradable el saber que apresar de que ya no estábamos juntos nuestra historia fue magnífica, de repente el agua se comenzó a templar y está me hizo reaccionar, cuando termine de ducharme, tras haberme sacado y puesto un par de shorts, baje por las escaleras y me dirigí hacia mi cuarto, tome y me puse mi uniforme del trabajo, cuando salí de mi cuarto mi papá ya me estaba esperando, ya solo me hacía falta lustrar mis zapatos y arreglarme el cabello, después de hacer esto salí de la casa.
Tras haber salido de la casa me dirigí al carro y subí por la puerta del copiloto, procedí a colocarme el cinturón, después de haber realizado un viaje de 25 minutos llegamos a el aeropuerto, durante el día todo fue normal. Sin embargo, no podía quitar ese pensamiento que seguía rondando por mi cabeza.
Por fin ya pasaban de las 7 de la noche, la hora en que saldría de trabajar, mi papá y yo nos dirigimos de regreso a casa tras otro recorrido de 25 minutos, a pesar del tráfico en la carretera, de inmediato llegue a mi casa y me dirigí hacia mi cuarto para cambiarme mi uniforme, después de hacerlo procedí a comer unas cuantas quesadillas.
Después de haber merendado las quesadillas de nuevo me dirigí a mi cuarto y me recosté en la cama, active la lista de reproducción de música y me puse a pensar sobre aquel sueño, también recordé que hacía ya demasiado tiempo que una idea rondaba tanto tiempo por mi cabeza, pasó media hora y aún seguía pensando en aquel sueño... Y así eso por fin me decidí a llamarla, a ella le pareció extraño el que yo la llamara, sin embargo a mí me agradó el poder escuchar su voz, en fin conversamos durante un rato, fue una charla común, hasta que le conté lo que había pasado durante mi día, le conté que en gran parte del día estuve pensando en ella.
Ella callo un momento, apresar de haberme dicho que le pareció un lindo gesto, después de ambos quedarnos en silencio ella me respondió...